Los resultados del boxeo español en los Juegos Olímpicos de París 2024 no puede ser más que positivo. Media docena de representantes y dos medallas, el porcentaje es de 33% de medallas por participante, algo inaudito.
Y, sin embargo, el sabor que se trae el equipo liderado por Rafa Lozano es agridulce. Y lo es porque queda la sensación de que el botín pudo ser mucho mejor pero, por unas cosas o por otras, no se pudo.
Enamnuel Reyes Pla lo verbalizó de maravilla cuando dijo que mientras el resultado dependiera de terceras personas, siempre habría decisiones polémicas. Bien, pues esas terceras personas y esas decisiones polémicas, en París 2024, siempre han perjudicado a los boxeadores españoles en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El boxeador español José Quiles caía eliminado en cuartos de final de la categoría de- 57 kg de los Juegos Olímpicos de París 2024 y lo hacía ante el uzbeko Abdumalik Khalokov, vigente campeón mundial de la categoría. Un bicharraco.
Quiles se había cargado previamente a otro favorito, el kazajo Makhmued Sabyrkhan, también campeón del Mundo, y no rehuyó el reto de tumbar a otro de los favoritos en París. Así, tras un buen primer asalto que no contó con el beneplácito de los jueces, el púgil eldense fue perdiendo fuelle a medida que el uzbeko lograba imponer su jerarquía.
En el primer asalto, el púgil español dominó el combate pero controlando cada uno de sus ataques, y siempre con la mano derecha pegada a su mandíbula para evitar los ataques del uzbeko. Finalmente, los jueces estimaron que la superioridad de su rival fue absoluta (5-0), algo claramente discutible. Comenzaban las cuestionables decisiones contra boxeadores españoles en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Laura Fuertes ya es historia del deporte patrio, tras convertirse en la primera boxeadora española en participar en unos Juegos Olímpicos. Su puerta en París se cerró rápidamente pero dejó otra abierta para que otras luchadoras puedan entrar más fácilmente. De los 6 boxeadores españoles en los Juegos Olímpicos de París 2024, solo había una representante femenina y era ella.
Y sí, la puerta de Laura Fuertes se cerró a la primera de cambio, no sin polémica. La asturiana se medía a la mexicana Fátima Herrera en la categoría -50 kg y pagó la novatada siendo avasallada en un primer asalto en el que le costó encontrarse.
Pero todo cambió en el segundo. Laura Fuertes se relajó, hizo lo que mejor sabe hacer y acabó dominando a la mexicana también en el tercer round. ¿Resultado? 3-2 para la mexicana y a casa. La propia Laura Fuertes confirmó que, bajo su punto de vista, ella hizo algo más que su rival pero los jueces lo vieron distinto.
El Profeta llegó a semifinales convencido de ser superior a un rival al que había ganado recientemente, el cubano, nacionalizado en Azerbayán, Loren Alfonso Domínguez. Ambos competían por meterse en la final de la categoría -92 kg pero sólo uno se presentó en el ring con ganas de boxear y ése fue Enmanuel Reyes Pla.
Su rival se dedicó a levantar el brazo en todo momento, a abrazar al Profeta y jugó a no luchar. Le salió de maravilla porque el árbitro, en momento alguno, paró su actitud y permitió un boxeo que se aleja completamente del boxeo. Incluso hubo un momento en que Reyes Pla conectó un crochet a la mandíbula de Loren Alfonso y éste señaló el punto como suyo. Fue surrealista.
Aunque para surrealista, la decisión de los jueces: 4-1 para Loren Alfonso. Quizás, el primer asalto pudo estar más igualado, pero los dos siguientes fueron dominados y ganados por El Profeta, como él mismo confirmó al terminar el combate. Finalmente, el español se llevó un bronce que ponía fin a una racha de 24 años sin medallas en el judo español. Eso no fue suficiente para quitar el mal sabor de boca que dejó un combate que merecía la final. Sin duda, el caso más flagrante de los vividos por los boxeadores españoles en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Oier Ibarretxe tuvo en el kazajo Bazarav Uulu Mukhammedsabyr un duro hueso para roer en su estreno. Un rival que le dominó casi por completo en el primer asalto y esto condicionó el resto de la pelea, pues el púgil español tuvo que ir a por él a contrarreloj y ahí el kazajo contemporizó de maravilla.
Y mira que Oier Ibarretxe lo intentó, pero Bazarav Uulu Mukhammedsabyr sabía lo que se hacía y acabó perdiendo por decisión unánime.
A sus 19 años, El Balín es presente y futuro del boxeo patrio. Llegó a cuartos de final y a punto estuvo de culminar una remontada espectacular ante un Alcántara Reyes que se vio vencedor antes de tiempo y casi pierde un combate que tuvo ganado en el primer asalto.
Y es que el primer round, a pesar de estar igualado, acabó cayendo del lado del dominicano, más entonado y agresivo. Las cosas se igualaron en el segundo, con Rafa Lozano Jr. más móvil, más centrado pero que también acabaría cediendo.
Con la victoria lejos de su alcance, el español salió a por todas en el tercer y último asalto. Y casi la lía. Una derecha al rostro de su rival y dos buenos golpes más bien podrían haber valido la victoria a un Rafa Lozano Jr. que se quedó a nada de una victoria que parecía imposible. El Balín demostró que hay púgil para rato.
Ayoub Ghadfa tenía en su mano la quinta medalla olímpica de la historia del boxeo español, el asunto era saber si sería de oro o de plata. Bastó el primer asalto para saber que sería de plata. Y es que el uzbeko Bakhodir Jalolov es una bestia parda que, de momento, está un escalón por encima del marbellí. Un escalón que Ayoub Ghadfa puede subir en cualquier momento, pero no en París.
El púgil español se vio arrasado por su rival, un martillo pilón con un alcance tremendo que no dio opción a Ayoub Ghadfa. De hecho, la victoria del uzbeko fue incontestable: 5-0 y oro merecido. Eso sí, el reto está lanzado y, aunque haya que esperar cuatro años más, Ayoub Ghadfa ha apuntado la matrícula de este campeón para vencerle en la próxima.
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